El
martes 26 de enero hicimos la primera ascensión de esta bonita línea de la cara
norte del Tuc de Contesa en el Valle de Conangles, hacía tiempo que me había
fijado en ella y pensaba que estaba ya abierta, pero buscando información no he
encontrado nada al respecto, así que creo que será una primera.
La
decisión de ir a probarla fue fácil ya que no se veía hielo en ningún otro
lugar, y aunque se veía fino nos cargamos de pitones para la roca y para allí
nos fuimos. Todo marchó sobre ruedas, la nieve en la aproximación era aceptable
y en 1h 45 minutos estábamos a pié de vía, y eso que está en un lugar bastante
apartado. Tuvimos que esperar un poco a que se hiciera de día para poder
empezar la escalada, así que nos fuimos equipando tranquilamente y analizando
la línea. El primer largo se lo pidió David, los seguros no quedaban a caldo
pero lo pudo proteger aceptablemente con
tronillos de hielo cortos, pitones extrapalnos y algún friend, suerte que
la roca estaba cerca. Cuarenta metros más arriba montó reunión de un pitón en “U”
y de un camalot del 1. Al poco llegué yo de segundo a la reunión sorprendido por
la belleza del largo y motivadísimo para emprender el siguiente, que parecía
más fácil pero nos esperaba una sorpresa en forma de muro vertical de hielo muy
guapo a la salida del mismo. Monté reunión treinta y cinco metros más arriba a
la izquierda de un puente de roca que dejé instalado, un pitón universal y un
camalalot del 0,75. Se repitió la jugada, subió de segundo David disfrutando de
las maravillas del largo, la pena es que se acababan las dificultades, para dar
paso a una ancha canal de nieve. Los dos primeros largos fueron espectaculares,
de dificultad moderada, en forma de chapa de hielo fino con algún tramo de
diedro helado súper estético, que no parábamos de decirnos: Si hubiera dos
largos más así sería una vía buenísima, pero la realidad es lo bueno se acababa
pronto y que había que llevar bastante material para solo dos larguitos y luego
a hacer fondo canal arriba. Igualmente lo saboreamos mucho ya que este invierno
no está siendo bueno y seguramente ya habíamos pinchado más hielo que la
mayoría en el Pirineo.
Los 400
metros que nos quedaban hasta la cima los hicimos desencordados por terreno
fácil pero tieso en nieve, y en la parte final con algo de mixto, con salida
prácticamente directa a cima. La bajada de este pico es un poco complicada y
poco evidente si no lo sabes, hay que bajar unos 80 metros de desnivel por la
cara sur y luego remontar una canal que va a la segunda brecha que se intuye en
la cresta, en esta ocasión por eso, probamos de hacer un rapel que nos dejaba
en una canal de la cara sur y rodear luego andando, pero no sé si valió mucho
la pena.
A las
14h estábamos ya en el coche, hacía un día magnífico y nos lo habíamos pasado
genial. Fue una escalada bonita, agradable, en buena compañía, en condiciones
aceptables y con bueno horario que nos permitía acabar de disfrutar el día con
la familia.
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