El pasado 25 de febrero hicimos con Sidi la primera ascensión de
una de esas líneas que te traen de cabeza durante largo tiempo. En la pared sur
del Vallibierna he abierto varias vías en verano y hay que decir que la
aproximación es bastante chollo, ya qué se puede subir en coche hasta los
2200m, por el contrario, en invierno, es más bien un "show", ya que
todo depende de si se puede acceder por el túnel de Llauset a pie, o no, porque
suele taparse de nieve, lo que obliga realizar la aproximación por el fondo de
valle por un complejo terreno expuesto a las avalanchas.
Salimos a las 6 de la mañana dispuestos a
pasar una gran y larga jornada en alta montaña, las sorpresas no tardaron en
llegar, ya que en la carretera encontramos más nieve de lo previsto y tuvimos
que aparcar el coche a 1500m, mucho más abajo de lo esperado, dudamos un
momento, pero decidimos tirar aun sabiendo las horas que nos iba a tocar andar.
Los primeros pasos fueron en nieve blanda y todo parecía presagiar otro fracaso
en la aproximación, pero por encima de los 1900m la nieve mejoró y el optimismo
nos inundó.
Llegamos a la base de la pared al cabo de
un montón de horas, el corredor parecía estar bastante bien y se intuía hielo
dentro, empezamos con las cuerdas en la mochila por buen hielo y nieve tumbada,
hasta dónde aparecían las dificultades más serias. Empecé yo ese primer largo
difícil, primero tuve que sortear un bloque empotrado muy curioso por la
derecha y un pequeña cascada pero muy vertical, salió un largo a tope de cuerda
muy bonito y entretenido. El siguiente largo no se ve nada claro por dónde
tirarle, ya que el corredor termina en unos desplomes y una chimenea de pura
roca, también se ven unas estalactitas de hielo que si algún día se engruesan quizá
formen una hermosa cascada de unos 15m de hielo vertical, pero hoy no daba
posibilidad así que tuvimos que salir por mixto a la izquierda, es Sidi quien
se encarga de negociar este difícil largo, yo me lo miro pensando que la línea
directa se nos escapaba... Cuando cantó reunión me alegré y salí zumbando para
arriba y pronto me di cuenta de que iba a sudar a pesar del frío de esa cara
sur. El siguiente tramo me lo pensé un poco antes de tirar, por un lado quería
recuperar la chimenea de la derecha, pero se veía roca difícil y al final salí
por la izquierda por mixto más fácil, muy bonito pero indirecto. El último
largo va a buscar una campa de nieve con una pequeña salida en roca que nos
deja en la arista somital.
En cinco minutos se llega del final de la
vía a la cumbre, de aquí hacia el collado de Llauset y todo para abajo a deshacer
el camino de subida. Aún pudimos hacer alguna foto de la pared antes de
oscurecer, y al pasar la presa se puso a nevar con ganas, cosa que nos hizo
rectificar el camino para no pasar por una zona expuesta de la mañana, cuando
llegamos al coche, estábamos mojados y agotados, pero contentos.