lunes, 31 de agosto de 2009

Lectura del Verano "Alfonso Vizán"

He leído mucha literatura de montaña, no soy un especial devorador, pero si que leo todos los años algún clásico y algún moderno. Este julio le ha tocado el turno a Rodrigo Muñoz amigo de alpinista, amigo del desaparecido Alfonso Vizán. Desde que empecé con esto del alpinismo que se quien es A.V., pero no es hasta la publicación de esta obra, y su pronta lectura por parte de Pau y posteriormente de Guillem, que oigo hablar bien de él y en repetidas ocasiones, así que pienso que algún día le tocará el turno, y bien, el turno le llegó después de tropezarme con él en en la biblioteca de "Dies Grisos" en Manresa, que con las manos polvorientas de magnesio y los antebrazos como melones, releo unas páginas y anotaciones de antiguos lectores, entre ellos los ya esmentados, que me impulsan a cogerlo para su transcendental lectura.
No considero que sea un gran libro, aunque si una gran historia, y sobretodo es diferente, coexisten en sus páginas palabras de muchos autores que ayudan a entender al protagonista, bien organizadas por su autor, y sobretodo me quedo con palabras del propio Vizán que aquí aparecen, que son lo mejor del libro.

Hay gente que lo considera un libro familiar, hecho por y para la familia y amigos, pues a mi no me lo parece, evidentemente que todas las tragedias de este tipo, que se han escrito muchas, y hemos vivido algunos en propia carne otras, suenan épicas, de héroes, lloronas, para el recuerdo y cansinas, pero bien, que cada uno lo sufra a su medida, a mi, lo que más me ha llamado la atención de esta historia es el alpinismo en si mismo, su forma de entender la montaña, y sobretodo sacado de sus propias palabras, que son de una lucidez extrema. Yo no comulgo con esta forma curtidora de entender el alpinismo que parece ser que tenía Vizán, pero desde luego, me saco el sombrero con sus argumentos y palabras para presentarlo, además, me siento plenamente identificado y motivado con las vías que escalaba, lo cual me ayuda a mantener la atención durante la lectura. Por otro lado, hay otra cosa que me gusta de este libro, y es que cuando leo historias reales, me gusta que ayuden a entender la filosofía, o alguna de las filosofías de la escalada del momento, y desde luego este la tiene, poniendo su punto fuerte en la evolución de la escalada mixta en nuestras tierras.

Una verdad, como que te caes para abajo, en palabras de Vizán que me ha dado mucho que pensar:

"El principio de las cosas no suele estar donde debe, es decir, al principio. Sólo aparece después de buscarlo, o a lo mejor aparece de improviso, pero suele ser por en medio, y eso sin contar con los círculos viciosos." A.V.

martes, 25 de agosto de 2009

New Route “Via de la Rosanna” 310m 6a+ - TUCA DE BALLIBIERNA 3056m


Todos los años subo varias veces al Vallibierna, muchas veces más lentamente de lo que querría, pero como no hay mal que por bien no venga, aprovecho a mirar y remirar su inmensa pared sur, la cual sólo tenía una vía abierta, al menos que yo conozca, la larga “Paseo Geológico”. Tuve la ocasión de escalarla hace 4 años con un cliente, y bueno, es interesante por el marco por el cual va, pero ya, la escalada no es de pasos bonitos y se queda bastante lejos de la cumbre.

Así que he buscado líneas más directas por paños de pared más vertical durante infinidad de minutos, he hecho muchas fotografías y con la ayuda del ordenador, material esencial para el alpinista de hoy en día, he verificado la viabilidad de la línea de las líneas de esta pared, y bingo!!! Resulta que la larga fisura que aparenta ser una línea evidente y de aspecto mágico, así lo es, y por fin la hemos abierto, ya hemos desenmascarado todo el misterio sin tener que desviarnos nada de la ruta imaginada, abrimos con David este itinerario bastante tieso todo y la discontinuidad general de esta pared, con roca en los largos difíciles muy buena y que promete convertirse en la clásica del sector, de verdad, merece la pena perderse un día para subir a este tres mil escalando por esta fisura calcárea.

Cronología de la apertura:

Miércoles 5 de agosto.- De camino a la Tuca de las Culebras por el collado de Llauset, paro a almorzar con unos clientes al otro lado del río. El día es despejado, completamente soleado y puedo ver la pared más nítida que nunca, vuelvo a fotografiar la gran fisura central, y me digo a mi mismo, que de este mes no pasa que me encalomo por ahí. Continuamos subiendo al collado penosamente y no dejo de mirar a mi derecha, mi cuello se queja pero insisto, hoy siento una atracción especial por ese lugar.

Hicimos cumbre en las dos Tucas del Ballibiera y bajamos por los lagos de Botornás muy lentamente, y mi cabeza estaba en aquella pared y no dónde debía poner los pies, la determinación empezaba a surgir.

Al llegar a casa, todo y el cansancio, descargué las fotos y observé detenidamente la pared, lo tenía claro, la semana que viene voy a intentarlo.

Viernes 14 de agosto.- Después de comentarle a Héctor y a David mi intención de ir a allí de aventuras aperturistas, conseguí quedar con el segundo, ya que Héctor ese día se iba con Roger a la Dejavú a Amitges, así que con toda la ilusión ciega de David y mi cabezonería con la fisura que me partía todos mis pensamientos, nos fuimos para allí cargados de material.

A las nueve de la mañana salimos del parking de Llauset con la espalda curvada de pitones y friends repetidos dirección al final del embalse, de ahí hacia el collado y a media subida, justo dónde nace el río y aparecen unos bloques gigantes en la vaguada, nos desviamos a la derecha para subirnos por una grada roja hasta la repisa de pié de vía por encima del contrafuerte. Acertamos la aproximación a la primera, y estábamos contentos, tardamos una 1 hora 35 minutos, ya que con David ya se sabe, que se va a toda ostia, pues le sobran gemelos al chaval.

David me concede los honores de empezar, lo cual le agradezco, ya que me moría de ganas y no podía esperar. Mientras hago homenaje al ritual de colocación del material en el arnés, unas nubes amenazantes asoman por el Valle de Castanesa, no me lo pienso más y me voy para arriba. Después de efectuar el primer paso me doy cuenta que llevo mucho peso en material y me cuesta moverme, y deseo poderme desprender cuanto antes de todo ello y gozármelas con el gesto.

El largo se presenta lento de escalar y un poco expuesto, y hay que limpiar un poco, pero resulta ser extraordinario y cumple todas las expectativas que me había hecho, estoy disfrutando muchísimo. Cuando llega David, nos felicitamos porque hay un ambiente guapo y decidimos que tendríamos que volver otro día a poner un spit al inicio del largo para que quedase bien arreglado, ya que ese día no llevábamos.

David escala el segundo largo de trámite y se planta bajo la siguiente fisura vertical, la escalada continua prometiendo, pero ahora sobretodo promete lluvia así que decidimos bajar, dejando primero el arsenal de clavos y otros varios para subir de ligeros la próxima vez.

Lunes 17 de agosto.- Madrugamos más con la firme convicción de salir por arriba ese día, cogimos algún spit y algún clavo más y para arriba. A las nueve estamos ya escalando el primer largo, ahora muy rápido y flipando con la roca Sputnik. Segundo sube David otra vez y se para a colocar el spit prometido para la peña, ya que creemos que la vía vale la pena y se repetirá, así que dentro la filosofía del “clasic climbing” pero la dejaremos arregladita.

David lucha el tercer largo, vertical con buena roca, aunque en medio hay una entosta suelta que da mucho miedo, cuando subo de segundo la tiro y dejo un clavo para dar “confi” en el paso chungo, que David, muy valiente no lo necesitó.

El cuarto largo me toca a mi, y ya estoy impaciente, un diedro con una travesía bajo un techo gigante me está esperando, cuando escalo los primeros metros me doy cuenta de que no será tan difícil como parecía, pero igualmente resulta muy espectacular, me las gozo otra vez. Detrás sube el Yeti alucinando con la travesía y le digo pues espera a ver lo que te toca, una larga fisura curva se yergue por encima de mi reunión, de roca excelente, parece muy difícil, pero luego no lo es tanto. David lo resuelve muy elegantemente, de segundo lo libero, y creo que sale 6a+, el tramo clave es una fisura de manos para salir a un paso en un muro vertical de regletas, David puso dos pitones difíciles de meter, que se han quedado, y yo me lo curré montando un puente de roca casi imposible de lazar para ayudar a salir, entre estas me peto una regleta cuando estaba de un taloneo y me metí una leche de esas de partirse de risa, así que decidí coger el martillo y arreglar alguna lajilla. Cuando nos juntamos en la reunión reíamos de lo guapo que era el largo y de la leche tonta que me había dado.

Rápidamente salgo para arriba por una rampa fácil y aparezco en una faja, dónde monto reunión precariamente, y dos largos más de trámite y llegamos a la arista. Arriba nos felicitamos, comemos, bebemos, y en 15 minutos más estamos en la cumbre del Ballibierna, de ahí el paso del caballo, la Tuca de las Culebras y destrepamos hacia el collado de Llauset, bajamos casi corriendo para el coche que a las siete tengo que abrir la oficina en Pont. En el coche David me da cuartel y me deja ponerle nombre, hablamos de más proyectos y parece como si el cansancio no hubiera llegado todavía. Queda escrito que volveremos a esta pared.